
Meditación para descubrir tu Propósito de Vida: Una de las preguntas que muchos de nosotros solemos hacernos es «Qué he venido a hacer aquí?, ¿Cuál es el motivo de mi existencia?». Sobre todo si eres de los que piensan que simplemente existir o sobrevivir no es suficiente sino que necesitas encontrarle un sentido a la vida.
Quiero compartir contigo cómo descubrí mi Ikigai
Recuerdo que esta pregunta me ha acompañado desde muy pequeña, y cuando me imaginaba mi futuro me veía en un escenario hablándole a muchas personas delante de mí.
Y seguidamente, mi Ego me decía, «No, no seas vanidosa, quién te crees que eres?» y me encogía y abandonaba esa fantasía.
Años más tarde, intenté «encajar» en la sociedad de todas las maneras aceptables posibles: sacándome una carrera y un máster, teniendo una relación estable, un trabajo estable, un coche, y ahorros para comprarme un piso.
Fue entonces cuando comencé a sentirme muy agobiada a medida que se acercaba a la fecha de materialización de mi acuerdo con el banco, que consistía en que después de pasados 5 años de ahorros tenía que meterme en una hipoteca a 30, 40 o 50 años.
¿Una hipoteca da la felicidad… o la hipoteca?
Esta proyección de futuro me generaba una sensación de angustia y de presión muy intensas al pensar que eso suponía que mi salario debería ser estable todo ese tiempo, es decir, posiblemente atarme a trabajos que no me llenaran, por estabilidad, más que por vocación, para poder pagar las 4 paredes que supuestamente me darían la seguridad que debía esperar de la vida. Ese era un alto precio que no sabía si me iban a proporcionar felicidad.
Sinceramente esa estabilidad y seguridad no me parecían nada halagüeñas porque implicaban perder mi libertad de elegir mis horarios, mis días festivos o de vacaciones cuando yo quisiera, y sobre todo, la imposibilidad de viajar por el mundo libremente como siempre había soñado.
Ya que aunque estuviera en esos momentos viajando por trabajo, lo hacía para reunirme con clientes o proveedores, pero no con tiempo suficiente para visitar lugares, conocer personas y sus culturas o simplemente para disfrutar de la vida.
Solo se nos permitía «gozar» de un mes de vacaciones al año a toda prisa, al que te costaba acostumbrarte y del que luego necesitabas vacaciones para recuperarte y volver a la rutina.
Parecía que si eso de disfrutar plenamente estuviera vetado de la lista de deseos de la «gente normal», al menos, eso parecía cuando miraba a mi alrededor. Ya que el foco estaba puesto normalmente en la estabilidad más que en vivir una vida con Propósito.
Siempre me sentí «la oveja negra»
La verdad es que siempre me sentí como «pez fuera del agua», porque me encantaban los idiomas, las culturas exóticas y viajar, y cuestionarme siempre el porqué de las cosas. Me considero una inconformista, y eso fue lo que me impulsó a cuestionarme a mí misma si realmente, esa vida que llevaba me encaminaba hacia la felicidad.
El salto a la piscina
Así que me volvió a resonar en el corazón una frase que me había dicho durante años «La vida es muy corta y el mundo muy grande para quedarte en un solo sitio», así que pedí una excedencia en mi trabajo y me fui 4 meses, en vez del mes de vacaciones que tenía, de voluntaria a Tailandia, para hacer aquello que yo sentía que quería hacer: ayudar.
No sabía cómo, había estudiado un máster en cooperación internacional y pensé que sería de voluntaria, pero me sorprendí cuando me di cuenta que en las ONGs solo podía enseñar inglés, no hacer un verdadero cambio en positivo en la vida de esas personas en Tailandia o en la India.
El mejor voluntariado lo encontré en mi interior
Así que decidí voluntariarme a mí misma (puedes escuchar mi historia en mi Podcast): a dedicar mi tiempo y energía a buscarme, pq no sabía qué quería hacer además de ayudar, y tampoco sabía cómo hacerlo. No sabía cuáles eran mis fortalezas, mis dones o mis talentos. Sí sabía que mi pasión era ayudar o, dicho de otro modo, hacer de éste un mundo mejor, pero no sabía cómo hacer de eso una profesión y que encima pudiera vivir de ello.
El encuentro de mi Ikigai
Así que comencé por tomar un curso de Reiki en Rishikesh, con una amorosa Maestra llamada Shanti, a la que siempre estaré agradecida por cuánto amor y compasión sentí que destilaba en cada una de sus palabras, de sus movimientos, de sus enseñanzas.
Y ella, a través del Reiki, me abrió las puertas a mi camino espiritual: me descubrió que podíamos sanarnos a nosotros mismos, que teníamos en nuestro interior todo lo que buscamos, que solo necesitamos aprender a escuchar.
Me maravilló tanto que sentí la necesidad de dedicarme a ello en cuerpo y alma. Sentí «mi llamado». Comprendí que mi servicio, mi pasión y mi don eran facilitar herramientas prácticas y sencillas que ayudaran a las personas a sanarse a sí mismos, a conocerse en profundidad y a conectarse con su Esencia.
Ya no quería sanar a todo un país, con facilitar el despertar de la consciencia, ya me parecía toda una misión. Y me emocionaba al conectar con ella.
Me apasionó tanto que tomé todos los cursos de Reiki en 9 días, no podía parar y mi Maestra me decía que siguiera el llamado de mi Alma, que ella no decidía sobre los destinos de las personas. Esa afirmación transformó totalmente mi vida. Ya que aquellos días tan intensos fueron muy reveladores para mí.
El pacto con mis Guías
Conecté con mis Guías, sin saber quiénes eran, pero confiaba en que me estaban escuchando y me habían guiado hasta ese momento. Así que decidí hacer un acuerdo con ellos: Yo me entregaba al Servicio.
Me quería dedicar a ayudar a otras personas a autodescubrirse y a que pudieran sentir lo que yo sentía en ese momento. Les pedí que me dieran señales de cómo hacerlo, que estaría atenta de seguirlas y hacerles caso. Y que a cambio pedía que siempre tuviera mis necesidades cubiertas, que no me faltara todo lo que precisaba en cada momento.
Y ese acuerdo sigue vigente hasta ahora
Siento que en estos 14 años me han acompañado en cada paso, que me han puesto delante las formaciones que necesitaba tomar para descubrir o recordar las herramientas que necesito para cumplir mi misión.
Ya que más adelante, comprendí que mi Ikigai es acompañar a descubrir la raíz de nuestros bloqueos, o mejor dicho, de nuestros desafíos y aprendizajes en esta encarnación y cómo sanarlos desde su origen para así manifestar nuestro Propósito de Vida.
Contra más profundizo y lo comparto, más maravillas veo manifestarse a mi alrededor. Es toda una bendición que agradezco humildemente cada día. Ya que mis Guías también me han acompañado en el encuentro con muchas personas y experiencias que me hacen de espejo de cómo es mi Servicio, de cómo es mi presencia para que pueda convertirme cada vez en la mejor versión de mí misma.
Por eso hoy quiero acompañarte a hacer un viaje mágico para conocer a tus Guías y tu Ikigai con una meditación que puede ayudarte a encontrar esa chispa divina que hay en ti y que quiere manifestarse para hacer de este un mundo mejor.
Para escribir todo lo que te venga, te hemos creado este cuadernito de trabajo para que puedas tener claridad y enfoque y manifestarlo rápidamente:
Te deseo un feliz viaje a tu Ikigai. Namasté.
Descarga el Cuaderno Meditación Guiada Propósito de vida
Cursos de Comunicación con el Alma a través de los Registros Akáshicos
Si te interesa profundizar en la comunicación del alma y aprender a acceder a tu Registro Akáshico, te sugiero mi curso online de Registros Akáshicos Soul Communication Autosanación en el que aprenderás a conectarte con la voz de tu Alma, sin intermediario.

Aprenderás 10 técnicas diferentes para acceder a tu Registro Akáshico, entre las que se encuentran kinesiología, péndulo o radiestesia, meditación, visualización y la Oración Sagrada, entre otras.
Te comparto los últimos testimonios del curso:
«Formarse en algo así es increíble, ya que aprenderás cosas que te venían bloqueando y ahora puedes desbloquear tus limitaciones y las de tus consultantes! Que gran vida!»
«Espectacular, estoy muy entusiasmada… siento que estoy sincronizada con el universo.»
«Excelente curso y muy Inspirador! Gracias, Diana y a tu equipo por darnos la oportunidad de aprender a qué vinimos a este mundo. Este curso me mostró parte de mi camino en esta vida y me ayudó a discernir entre la voz del Alma y el Ego y aprender de ellas. Me sirvieron y me sirven mucho las herramientas para poder ayudar a otras personas en el futuro pero sobre todo a mí misma, a poder seguir mi camino espiritual y saber que no estoy sola. Excelente curso!!»
Y además, si te gustaría ayudar a otros de forma profesional, puedes realizar el segundo curso de Soul Communication para terapeutas. Si te decides tomar los dos, puedes disfrutar de un 15% de descuento en los dos niveles. Y en ambos casos nos ajustamos a tu bolsillo y puedes pagarlos en mensualidades.
genia dice
muchas gracias ?
María Donata dice
Me gustaría csaber cual es realmente mi norte en mi vida.Soy diseñadora de Modas mención Ropa femenina y accesorios.Me transferi desde el 2017 a Italia en una provincia que no me gusta.No consigo trabajo porque tengo 55 años y me mantiene mi hermano pero no quiero.No le veo sentido a mi vida.Quisierasaber quehacer que camino escoger
Diana Árbol dice
Hola, Donata
Gracias por tus comentarios. Te he contestado a tu email. Estaré encantada de servirte.
Saludos,
Diana
Anna Bonnet dice
Gracias por compartir esta meditaciòn, llegò en el momento oportuno a mi vida. Gracias.
Diana Árbol dice
Gracias Bella!
Cuánto me alegro por tí. Mi web está llena de recursos para tu autosanción y si necesitas acompañamiento, aquí me tienes.
Alfacia dice
Necesito ayuda no le encuentro sentido ami vida
Diana Árbol dice
Hola corazón
Para mí será un honor, ayudarte si lo sientes así, te dejo aquí toda la información de mi método Ikigai Healing déjate llevar por tu intución. Un abrazo de luz!
Tatiana dice
Muchas gracias Diana por tan bella y profunda meditación. Llega en el momento correcto, en sincronía con todo y justo en el comienzo de la luna nueva en Leo como decías hoy en la Masterclass. Aquí estoy plantando mi semilla de la creatividad y entregada para que llegue lo que sirva a mi propósito en esta vida. Gracias 🙏
Diana Árbol dice
Hola Tatiana,
Me alegro muchísimo que estés alineada con tu Propósito, por eso han llegado los recursos que necesitabas justo en este momento.
Te mando un abrazo.
Liliana dice
Hola. Hice la meditación gracias, en realidad creo saber cuál es mi propósito, pero no sé dónde estoy detenida que no se da, me prepare mucho para trabajar en lo que me gusta hacer, que es biodescodificación y demás, todavía no logro vivir de eso, siempre estoy con la misma situación ( dinero) y se que viene de mí bisabuelo. El fue desheredado y estoy con esa información que todavía no logro terminar de sanar. Gracias por leerme.
Diana Árbol dice
Sí, bella, te comprendo. Para cambiar la fidelidad ya has dado el primer paso que es hacerla consciente. Ahora, te recomiendo hacer una carta de duelo a tus ancestros, como explico en este artículo https://www.dianaarbol.com/carta-de-duelo-y-de-liberacion-de-las-herencias-familiares/ y otra a cada uno de tus padres con la que explico en segundo lugar. Porque ellos y tus abuelos, tienen la clave. Luego me escribes y seguimos.