Recalibra tu brújula interna
Hola, corazón. ¿Cómo estás? Llevo mucho tiempo esperando para hacer este video – artículo, que ha estado incubándose en mi interior.
Es importante para mí, compartir este mensaje contigo, ya que me conecta con una parte muy vulnerable e íntima de este proceso que estoy viviendo y del que eres parte.
Pasando por un periodo de muerte simbólica
Y es que hace un tiempo que estoy viviendo muchas experiencias de muerte simbólica o energética o de relaciones en muchos aspectos de mi vida.
Eso ha hecho que tenga que parar y replanteármelo todo. Y te lo quiero compartir porque quizás si me estás viendo, oyendo o leyendo en estos momentos es porque algo te puede estar resonando y algo nutritivo te puedes llevar de este mensaje.
Sabes que mi misión de vida es acompañar a las personas a que puedan encontrar su Ikigai, su propósito de vida. Y siempre me ha conectado esa motivación, esa pregunta de ¿y para qué estamos aquí?
¿Por qué estamos aquí?
¿Qué es lo que nos hace hacer lo que hacemos y cómo ser nuestra mejor versión?
¿Cómo podemos contribuir mejor a la vida, al planeta, a nuestra comunidad, a nosotros mismos?
Es así cómo se desarrolló El Viaje hacia tu Ikigai o el Ikigai Healing, mis métodos para acompañar a personas a que lo puedan descubrir.
Mi propósito de vida: una red para unirnos a todos
Y hace un año, este gran llamado de mi alma, que era crear la red de Aquarians, que ya me viene acompañando hace más de 15 años: cuando sentí que necesitamos (y sigo sintiéndolo) una red social o un tipo de, no sé si dispositivo o plataforma, donde todas las personas que estamos conscientes y despiertas nos podamos reunir.
Desde la autenticidad, desde la veracidad y compartir nuestros recursos, nuestra información, nuestra sabiduría y apoyarnos los unos a los otros, organizarnos para co-crear este mundo que deseamos ver, en el que deseamos vivir desde la auto-consciencia de cuáles son nuestros dones y talentos, ponerlos al servicio desde esa generosidad humana que nos caracteriza.
Llevo «demasiados» años ya soñando, visionando esta plataforma y dije, «Venga, tal y como está el mundo, es urgente manifestarla, aunque no sepa cómo hacerlo…».
Sigo las noticias a través de Telegram, no las oficiales, porque ya hace mucho tiempo que no usamos televisión.
Pero la verdad es que lo que me sucedía es que, al ver las noticias alternativas, me descorazonaba muchas veces y me iba a dormir muy intranquila.
Sentía en mi interior: «Tengo que hacerlo, no sé cómo tengo que hacerlo, pero voy a hacerlo.»
(Estos días estoy descubriendo un personaje en mí de «salvadora del mundo» (tipo 2 en el Eneagrama), que estoy comenzando a soltar, del que ya te hablaré en otra ocasión.)
Entonces, hace un año se lo pedí al Universo y me conectó con Camila, con mi socia, con la que he compartido este viaje durante un año.
Y ella misma tenía una academia, Geoflorece, donde sobre todo tenía el Curso de Péndulo Hebreo de Paola Freinquel, al que yo ya me había sentido muy conectada hace un tiempo y ya estábamos conectadas por ahí. Entonces decidimos hacer Aquarians juntas. Ella trajo sus cursos, yo estaba trayendo los míos.
Y al querer hacerlo de forma orgánica, nos estuvimos informando sobre las aceleradoras de start-ups y nos dimos cuenta de que no queríamos acelerar el proceso. Queríamos que fuera orgánico, que fuera algo sostenible y comunitario.
Un sueño compartido que necesita ser rediseñado
Pero claro, sostenible significa que lo podemos sostener entre todos o que se pueda sostener solo.
Al final, no conseguimos encontrar un equilibrio entre crear la plataforma, encontrando personas que tuvieran el conocimiento de la tecnología que la sostenía, y nosotras la economía suficiente para mantenerlas y que se pudiera formar tecnológicamente con los recursos de los que disponíamos, que eran los cursos que estábamos ofreciendo o mis sesiones.
Al final, estábamos poniendo dinero en nuestro bolsillo. Y posiblemente esa no era la forma sostenible de hacerlo posible.
En febrero, después de un año de haberlo puesto todo, en febrero me dijo Cami, «Tenemos que dejar de poner el dinero de nuestro bolsillo. Vamos a parar y reflexionar.»
Si sientes alivio, vas por buen camino
La verdad es que sentí un alivio, porque sentía así que era un pozo sin fondo y, personalmente, no me estaba dando el tiempo y el espacio para reflexionar qué es lo que se necesitaba.
Solo pensaba que se necesitaban fondos para poder pagar a los técnicos, y seguía corriendo hacia el objetivo.
Hasta que llegó el burnout.
Ésta no era la única señal que me estaba llegando de que necesitaba parar.
En diciembre, antes de irnos de viaje, de vacaciones, por fin, a ver nuestras familias después de tres años de estar aquí, se me murió el móvil y dije guau, «el universo te está pidiendo que te desconectes».
Luego, a la vuelta en enero, se me murió el ordenador. Así que fueron dos impactos claros de que la vida me estaba pidiendo parar.
Y ahí todavía no habíamos decidido dejar Aquarians.
Ya en febrero, cuando me lo propuso Cami, dije: «Sí, necesitamos pararlo.»
El burnout no era reciente: la rueda del hámster virtual
Pero el nivel de estrés al que había llegado, no solo se había provocado por todas las horas que había puesto en la creación de Aquarians, de mi sueño, mi visión.
Esto ya venía forjándose desde hacía diez años, desde que nos mudamos de España a Israel y decidí pasar todo mi negocio a online.
Entonces, al no hacer eventos presenciales, porque estábamos en Israel y se me complicaba mucho con el idioma, pasaba mucho tiempo en el ordenador, para transformar mis servicios.
Y sí, he llegado a crecer, pero se convirtió en insostenible, porque necesitaba pasar demasiadas horas delante del ordenador y ya no era orgánico.
Ya que necesitaba producir contenido para poder sostener la máquina.
Ya no lo estaba disfrutando, ya no podía conectarme con la autenticidad porque estaba bajo estrés.
Y ese estrés lo había llevado a las distintas áreas de mi vida.
En los últimos meses había dejado de cocinar como me gustaba hacerlo. Dejé de hacer pasteles y galletas, de invertir tiempo en la jardinería, en la decoración, y sobre todo, en tener tiempo de calidad con mi familia.
Eso es algo que echaba mucho de menos, porque me pasaba las horas desde temprano en la mañana en el ordenador y luego iba a buscar a los peques, hacía la cena y a dormir.
Muchas veces demasiado tarde, porque por las noches me dedicaba a temas que me nutrieran, a los que no podía dedicarme durante el día.
Y así acababa yéndome a dormir tarde y descansaba poco y mal.
Con lo cual, no estaba realmente con mi familia, ni cuidándome a mí misma. Y lo peor es que no lo estaba disfrutando.
Recalibrando la brújula interna
Entonces, en marzo, mi amiga, Mai, Mai Miedes, me propuso algo que ya habíamos estado hablando hace mucho tiempo: «voy a empezar la detox», que significaba que durante tres semanas haríamos un proceso de desintoxicación del organismo según el Higienismo Vital.
Te recomiendo muchísimo visitar su página.
Ella enseña algo que es súper curioso y a la vez, crucial para nuestra salud, y que no se sabe.
Todos hemos oído hablar de dietas veganas y vegetarianas y que si Paleo y que si Keto, pero nadie nos enseña a comer según nuestro cuerpo puede comer, nuestro organismo, a escucharnos, a simplificar.
Y era justo lo que me estaba pidiendo el alma.
Entonces, a finales de marzo empezamos esta detox de 4 semanas: reduciendo las ingestas y simplificando el tipo de comidas, totalmente vegetarianas y veganas, y progresivamente cada vez más crudas, solo frutas y verduras separadas, en distintas ingestas.
Durante la segunda semana hicimos cuatro días de ayuno. Fueron muy potentes.
Durante la primera semana de la detox, tuve dos experiencias que yo sentí que fueron como muertes en mi Ser de algo profundo, y que despertaban una consciencia, un llamado de mi Ser Superior a recalibrar mi brújula interna.
Una experiencia vino de la mano de una crisis emocional. Y la segunda, dos días después, me desperté angustiada y sofocada en mitad de la noche para desmayarme al cabo de unos minutos.
Una intoxicación compartida: Rasa necesita nuestra ayuda
Hago un paréntesis aquí para compartirte un llamado.
No sé si esta reacción fue debida a una intoxicación por haber comido algo en un restaurante, ya que tengo una amiga que desde entonces, dos días antes de estar en el mismo restaurante que yo, se ha enfermado por una intoxicación por metales pesados (creemos).
En su caso se desvaneció en el restaurante, tuvo convulsiones, y desde entonces a penas puede mover las piernas.
Siente que se ahora y se ha dejado todos sus ahorros en hospitales y terapeutas alternativos.
Hace dos meses de este incidente, y ella sigue lidiando con esta situación.
Le estoy apoyando en todo lo que puedo, visitándola, trayéndole mis recursos, por ejemplo, los parches de activación de células madre le están ayudando en gran medida, o pidiendo ayuda a facilitador@s amig@s para que le hagan terapia a distancia.
Y por suerte está mejorando, pero todavía nadie ha encontrado la solución definitiva y ella ya no cuenta con recursos para poder seguir invirtiendo en su salud.
O si quiera, plantearse mudarse a otro lugar en Europa para cambiar de clima, en este estado.
Por eso te quiero compartir el link para recaudar fondos, porque lleva dos meses así y necesita apoyo de cualquier tipo.
Por ejemplo, si quieres enviarle energía sanadora o facilitarle alguna terapia a distancia (en inglés), será de gran ayuda y te lo agradeceremos muchísimo.
Estoy en ello todos los días apoyándola en todo lo que está en mis manos.
Si quieres compartir su link o ponerte en contacto con ella por Facebook, seguro que tendrá un impacto positivo.
De eso se trata la red, de pedir ayuda y recibirla. Esta chica está sola aquí y no cuenta más que a las personas que queramos ayudarle.
La solución es sencilla: simplifica
Volviendo al tema… Estas dos crisis, justo antes del ayuno, para mí fueron un despertar muy grande a «Tienes que ir a simplificar, a reducir lo máximo lo que haces, lo que comes», para poder dejar de darle mi atención al exterior y mirar para adentro.
Entonces ahí fue donde me estuvo acompañando mucho el Diseño Humano y, sobre todo, el Gene Keys, las Claves Genéticas.
Estas técnicas me han servido para saber quién soy y dónde estoy, y qué es lo que necesito en estos momentos.
Y no solo eso, sino que estos días al simplificar mi vida en el ámbito, no solo de ingesta, sino de todo lo que hago, simplificar mi vida me permite observar más.
Una de las cosas que Richard Rudd de Claves Genéticas, de Gene Keys, habla, que es una de mis esferas, una de mis energías, es la quintaesencia, es la simplificación y además está en el centro de mi esencia.
Dice que la Quintaesencia, la comprensión profunda de nuestra existencia, se basa, y que todos los maestros espirituales la basan, al final, hacer cosas orgánicas con las manos. Como las manualidades, pero no digitales, sino las analógicas.
Tu Propósito de vida se basa en el placer de las pequeñas cosas
Por eso estos días estoy volviendo a la jardinería, a cocinar, a hacer pasteles, a hacer lasaña, a hacer crecer brotes, y a volver a traer esa alimentación más natural. No solo la alimentación, sino las actividades conectadas con la esencia también.
El acompañar a mi hijo que se siente frustrado, irnos juntos a dar una vuelta con el patinete y pasarlo bien. El domingo, me encantó, porque en vez de salir por ahí con amigos, nos quedamos haciendo jardinería.
La noche anterior habíamos visto que habían cuatro sapos, sapitos pequeños en nuestro jardín. Le dije, «esto es buena señal, esto es que estamos atrayendo la vida y se sienten bien aquí.»
Entonces, a la mañana siguiente, que quería hacer yo el trasplante de plantas, encontramos una palangana que estaba rota y me dijo «Quiero hacer con esto un hotel de ranas.»
Nos pasamos tres horas para crear un pequeño jardín Zen, donde trajimos a los a los sapos y se metieron dentro y desde entonces nos están acompañando en un lugar super bonito.
Esto te lo comparto, porque esto también lo estoy manifestando en mis servicios, en cómo quiero compartir lo que vengo a traer, mi Ikigai.
Escucha tu cuerpo: el suspiro de alivio te lo confirma
Porque siento este alivio… Justo me estoy conectando con este mensaje y siento este suspiro, este alivio de que… No quiero estar creando contenido para poder cubrir costes, sino quiero volver a la autenticidad, a compartirte los recursos que tengo, que a mí me han servido y me sirven, tanto para conectarme a los Registros Akáshicos, a la Biodescodificación, a las Constelaciones Familiares, a la Reprogramación…
Como también recursos que no son míos, pero que me están ayudando, no que yo facilito, pero que me facilitan a mí la vida.
Entonces, para eso quiero entrevistar, quiero entrevistar a Maite, a mi amiga, para que nos hable del Higienismo Vital, porque creo que es vital que sepamos cómo alimentarnos.
Realmente, yo estoy sintiendo un cambio en mi cuerpo muy fuerte.
Todo esto lo acompaña el darme cuenta de que estoy en el climaterio, que ya no estoy en el primero de los cuatro ciclos que tenemos las mujeres mensualmente y también vitalmente.
Ya no estoy en la doncella, en la Artemisa, en la Diana Cazadora, que es un arquetipo que siempre ha ido conmigo. Muy enfocada en los objetivos y “yo puedo, yo soy fuerte, yo alcanzo y creo lo que quiero.”
Tampoco soy solo la madre en la creación. Tengo tres hijos y estoy siempre creando. Pero el climaterio me está enseñando que necesito tiempo para mí, que necesito crear menos, que he creado mucho, que ahora necesito destilar.
Conectarme con la tercera etapa: la Chamana en mí
Dedicarme más tiempo a disfrutar del presente, porque es una pena que nos hayamos venido a vivir al paraíso, si me paso el tiempo delante en la pantalla.
No lo puedo disfrutar, personalmente ni con los míos. No tiene sentido. Entonces, el darme cuenta esta incoherencia es la que me está facilitando esta nueva fase.
Me quiere decir esto: “disfruta del presente, trae contigo esto (el paraíso a mi alrededor)” y quiero traértelo a ti.
Quiero acompañarte desde esta vivencia, desde esta experiencia de vivir en el paraíso, pero realmente desde la autenticidad, desde la sencillez, desde la vulnerabilidad.
Sí, porque no soy perfecta. No por estar al otro lado de esta pantalla o de estas letras te creas que soy perfecta. No, soy como tú y eso es lo que quiero traer. Que estamos en el mismo sitio y que mi proceso te puede ayudar y te puede inspirar.
Y para eso estoy, para compartir, que es lo que más me enriquece. Pero sin estrés, desde la sencillez.
Estoy contigo en este Viaje hacia tu Ikigai
Y sí, y aquí estoy para lo que necesites, en mi página web puedes encontrar mi WhatsApp y dejarme un mensaje, y estoy ahí al otro lado. También me puedes escribir un email. Y bueno, ahí te invito a visitar mi academia, la Ikigai Academy, he creado la membresía para que puedas acceder a todos mis cursos. Así, a tu ritmo.
Y lo he hecho desde ese lugar de querer compartir y de que todo el mundo se lo pueda permitir.
Si tú quieres o si lo necesitas, si te resuena, si quieres aprender a conectarte con tu Registro Akáshico, tienes ahí ese curso. Si lo quieres hacer profesionalmente, también tienes el segundo curso.
Si quieres aprender a biodescodificarte, entender cuáles son estos síntomas que se te repiten y cuáles son estas señales del universo, tienes el Taller terapéutico de Biodescodificación.
Y el Viaje hacia tu Ikigai, donde puedes acceder a todo el proceso paso a paso para hacer lo que yo he estado haciendo estos días.
Así que, ahí te invito a conectar, si quieres, sobre todo a conectarte contigo misma, que esto es lo más importante, ¿verdad? es lo básico.
Si no te conectas tú y no me conecto yo conmigo, ¿qué vida estamos viviendo? ¿Para quién? ¿la vida que creemos que otros van a aceptar que vivamos? ¿a quién queremos complacer, si no es a nosotras mismas?
Sólo podemos vivir nuestra vida de forma auténtica, si nos escuchamos y nos hacemos caso.
Así que te mando un fuerte abrazo y seguimos conectadas. Ahora desde otro nivel, desde una nueva fase. Bienvenida y gracias por llegar hasta el final.
Deja una respuesta