Hola, corazón. ¿Cómo estás? Hoy quiero traerte un ejercicio que te va a ayudar a comprender cuál es el propósito de aquellas circunstancias que han podido traumatizarte, que han podido modificar el transcurso de tu vida, incluso haciendo que puedas somatizar ciertas enfermedades, ciertos síntomas, que tengas ciertos patrones que te gustaría modificar, que sabes que sanándolos podrías sentirte de una manera mucho más armónica con la vida. Incluso empoderarte, sentirte más próspera, tener más confianza en ti misma.
Ejercicio para descubrir tu Propósito de vida a través de tu trauma
Este ejercicio, te aviso, que va a tocar lugares vulnerables y también poderosos, porque quiero acompañarte a que puedas descubrir cuál es el origen de lo que te está sucediendo hoy en día y cuál es su mensaje.
Porque todo lo que nos sucede en nuestra vida, que nos puede parecer traumático, todos estos «bloqueos», que llamamos, en realidad son experiencias que nos están marcando cuál es nuestro propósito de vida.
Y esto sucede porque nosotros, como alma, no hemos nacido solo en esta vida.
Nosotros traemos una memoria que viene desde que se formó nuestra alma, desde el origen de nuestra alma.
Ya desde entonces han sucedido una serie de cosas que la mayoría desconocemos y que van repitiéndose como patrones de una vida a la siguiente
Tus traumas son asuntos pendientes de vidas pasadas
Entonces, en la última vida que hemos vivido, en nuestra última encarnación, tenemos como una lista de cosas pendientes que nos venimos a resolver en esta vida y está bien, porque ese listado de acontecimientos vienen después marcados, se materializan, o sea, los podemos descubrir a través de lo que nos ha sucedido a nosotros y a nuestro linaje.
Tu Propósito de vida está grabado en ti desde tu concepción
Por eso quiero que prestes atención, por ejemplo, a varias circunstancias en que quizá ya conozcas, pero que no le habías dado esta perspectiva, esta reflexión.
Por ejemplo, todo lo que sucedió desde el momento en que te concibieron, ¿cómo fue esa concepción? Ese es tu Proyecto Sentido, es decir, el proyecto que tenían tus padres, consciente o inconscientemente, para ti en el embarazo que tuvieron tuyo.
Si es inconsciente, todavía más, porque a veces los padres sí que nos van buscando y dicen «Ah, bueno, quiero tener un hijo, porque me hace feliz, porque queremos formar familia y estamos muy enamorados.
Pero muchas veces no sucede así y a lo mejor nuestra madre se queda embarazada de nuestro padre biológico, pero en realidad no nos estaban buscando.
Entonces eso nos lleva a que después el embarazo sea traumático, nuestra madre tenga miedo al rechazo de su clan, a lo mejor desea abortarnos y no lo consigue, a lo mejor se casan forzadamente por el que dirán.
Nos condicionan las creencias limitantes de nuestra madre
Entonces, todas estas circunstancias que suceden durante el embarazo, después nosotros las vamos somatizando, porque a través del sistema nervioso y el sistema hormonal, que están directamente conectados con el feto, van marcando ese crecimiento.
Y lo que le está sucediendo a nuestra madre nos está sucediendo a nosotros, y afectará a la manera que después tenemos de nacer.
Te invito a profundizar en este artículo del Proyecto Sentido, que te va a ayudar a profundizar mucho más en tu embarazo y en tu parto y cuáles son sus significados.
¿Cómo viviste tu primer rito de paso?
Esa manera que tenemos de nacer es nuestro primer trauma, porque pasamos de ser acuáticos a ser aéreos y lo hacemos a través de un grito, de un llanto.
Ese es nuestro primer rito de paso.
Entonces, ese transitar es nuestro primer «trauma» que nos lleva a, por ejemplo, sentir abandono, porque quizá tenemos nacimiento o estado de salud complicados y nos tienen que llevar a una incubadora, sin contacto humano.
O nos llevan a pesar, a medir, nos envuelven y nos dejan en una cuna y nuestra madre no nos ve durante horas, y del calor constante pasamos al frío y la falta de presión homogénea.
Puede que hayamos nacido por cesárea y nuestra madre no nos puede abrazar o está sedada o lo está pasando mal, no nos pueda dar el pecho.
Todo esto son traumas para ambos.
A menudo sucede un trauma de separación, si, por ejemplo, al nacer nos falta oxígeno, que provocaría un trauma de ahogo, como con el cordón umbilical atado al cuello.
Entonces, todos estos tipos de circunstancias que suelen suceder, a veces no les prestamos atención.
Pero será clave después, ya que se va a ir manifestando en nuestra vida, cada vez que nos relacionamos y cuando tenemos decisiones que tomar.
Nuestros traumas condicionan nuestra percepción intuitiva
Entonces, cuando estamos hablando de conectarnos con nuestro propósito de vida y, por ejemplo, queremos conectarnos con nuestro Registro Akáshico, a veces estamos condicionadas por estos traumas y no sabemos si lo que estamos recibiendo es lo correcto o es que nuestro subconsciente, que está dándonos las señales de estos patrones, de estos traumas, nos están indicando por dónde seguir.
Y quizá esa opción que nos llega no es lo que nos gustaría hacer si fuéramos totalmente libres, ya que nuestro ego condiciona las respuestas.
Ejercicio para descubrir tu Propósito de vida a través de tus traumas
Entonces, el ejercicio que te traigo, precisamente, es para que tú puedas descubrir cuáles son estos patrones, cuáles son estos traumas y que puedas comenzar ese camino hacia tu propia sanación, descubriendo cuál es tu propósito del alma.
Porque que te haya sucedido esto significa que hay una lección detrás, que cuando tú trasciendas estos bloqueos, te vas a sentir en armonía contigo misma, con tu ser y con tu propósito.
Transcender tus traumas son tu contribución y propósito
Seguramente, este propósito lleva de per se el regalo que te permitirá empoderar a otras personas, inspirándoles con tu propio proceso de crecimiento para que también ellas se puedan liberar.
Así que te invito a hacer el siguiente ejercicio.
Escribe los últimos 3 conflictos que has vivido
En primer lugar, tómate tu tiempo, tómate una media hora o una hora.
Encuentra un lugar tranquilo, donde no vayas a ser interrumpida.
Toma algo para escribir, a ser posible tu agenda de crecimiento personal o cuaderno de bitácora
Siéntate cómodamente. A continuación voy a guiarte a hacer una pequeña reflexión que visitará puntos sensibles en tu vida. Tocará un lugar de vulnerabilidad, pero a la vez de empoderamiento.
Así que cierra tus ojos, siéntate cómodamente y respira tres veces en profundidad.
Ahora, quiero que recuerdes cuáles han sido las tres últimas circunstancias, los tres últimos conflictos que has tenido últimamente, donde hayas sentido estrés, que hayas sentido que perdías tu seguridad, que te has sentido fuera de control, que tenías miedo.
Haz una lista de esas tres últimas ocasiones y cuáles eran, simplemente, recuérdalas pon un título, como las describirías brevemente y las escribes en tu libreta.
Qué emociones se activaron en ti en tus últimos conflictos
Ahora, te invito a que hagas una reflexión.
Te dejo aquí, la lista de emociones para que tú puedas revisarla y puedas contemplar cómo te sentiste.

Cuáles fueron las emociones que sentiste en cada una de ellas y cómo puedes ponerlas, ponlas en orden, las numeras de la emoción que tenías en mayor escala a las de menor escala.
Puedes numerar las primeras cinco que fueron más intensas y las otras no es necesario, pero para que tú tengas una escala de valores.
Repite la reflexión con las tres experiencias.
¿Cuáles eran tus necesidades no satisfechas?
Ahora te invito a que te contemples con profundidad, con honestidad y con vulnerabilidad desde desde los ojos de tu Ser superior, digamos, como si te pudieras ver desde arriba y descubras
las necesidades más básicas, aquellas que dices «Sí, todo esto lo necesitaba. Esto me hubiera gustado que hubiera sucedido.»
Por ejemplo, necesitaba seguridad, necesitaba ser vista, reconocida, necesitaba conexión.
Vas a encontrar tus necesidades no satisfechas en la lista que verás a continuación. Cuando acabes de hacer la lista, como una lluvia de ideas, las ordenas de las que tienen mayor importancia a las de menor.

¿Cómo se repiten estas emociones y necesidades desde el inicio de tu vida?
Por último, la parte más importante del ejercicio, en la que te va a descubrir el origen.
Quiero que tengas mucha paciencia contigo, mucha empatía y compasión en la siguiente parte del ejercicio, porque puede tocar lugares vulnerables.
Y está bien, está bien que los toque, porque ese es el origen, ahí es donde vamos, ahí está el propósito.
De toda esta lista de necesidades y de emociones, que posiblemente puedes ver que hay un patrón que se repite, quiero que vayas atrás en el tiempo, te tomes unos minutos para respirar profundamente y trates de recordar cuáles fueron las primeras veces en tu vida que te sentiste así.
Los primeros recuerdos de tu infancia y luego ves un poquito más atrás y ves un poquito más atrás.
Incluso si te vienen recuerdos de tu parto, de algo que te hayan explicado, de cómo fue.
Tómate unos minutos para ir todo lo atrás que puedas y escribir todas aquellas veces que te has sentido de esta manera, que has necesitado que estas necesidades, que se han repetido en estos últimos días, hubieran podido ser cubiertas.
Ten mucha compasión y paciencia. Respira hondo y tómate el tiempo que necesites.
Invoca la presencia de tu protector
Y ahora te invito a que con los ojos cerrados respires profundamente e invoques el recuerdo, la imagen, la presencia de aquella persona con la que tú te has sentido siempre segura, escuchada, acogida, valorada.
Puede ser una persona, puede ser alguien que está vivo o que ya no lo está. Puede ser una figura espiritual, puede ser un concepto.
Tráele, invoca, recuerda a ese ser y deja que su energía te envuelva.
Deja que descienda sobre ti como una cálida manta, lumínica, energética y protectora, que te abraza y te susurra al oído que «todo está bien, que todo es perfecto, todo tiene un sentido, todo tiene un propósito, que está contigo siempre. Que la vida te apoya, que escucha.»
¿Qué más te diría? Escríbelo.
Respira profundamente, y pausadamente, hazle las siguientes preguntas. Deja tu mente en blanco para que puedas percibir la respuesta, después de leer cada una de ellas.
Escribe lo que te llegue intuitivamente, sin filtros, después de cada una. Pueden ser imágenes, sensaciones, palabras. No juzgues, solo percibe y toma nota de todo.
¿Cuál es el propósito de todo esto que te ha sucedido desde el inicio de tu vida?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Cuál es el tesoro oculto?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Cómo puedes contribuir al mundo si trasciendes estos traumas, estos patrones, estos bloqueos?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Cómo será tu vida cuando lo trasciendas?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Cómo vas a sentirte?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Cómo va a transformar tu vida?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
¿Y cómo vas a inspirar y ayudar a otros con este aprendizaje?
Cierra tus ojos, respira profundamente, deja tu mente en blanco y anota todo lo que te venga.
Pon tu mano en el corazón, tómate unos momentos para sentir todo lo que te ha llegado, déjalo decantar.
Tu bienestar hace de este un mundo mejor
Gracias. Eres muy valiente. Es hermoso lo que estás haciendo.
No lo haces solo por ti. Cuando sanas, también contribuyes a hacer de éste un mundo mejor.
Cuidándote. Cuidándonos. Gracias. Es muy importante.
Este paso que hoy has dado, que puedes repetir cada vez que quieras, hace que seas más consciente, que te puedas empoderar y que no seas una víctima de lo que te ha sucedido.
Porque todo tiene un propósito. Pero sucede que, a veces, es difícil cuando sentimos que estas cosas nos suceden a nosotros como un castigo, en vez de tomar consciencia de que las hemos provocado para nuestro propio aprendizaje y trascendencia.
Es normal. Es el paso que tenemos que hacer para ser conscientes de por qué hemos venido aquí. Así que, gracias.
Te invito a que si este vídeo / artículo te ha nutrido, lo puedas compartir y darle un like o dejar tu comentario compartiendo qué es lo que has descubierto y cuál va a ser el siguiente paso que quieres dar.
En el siguiente capítulo: la sanación del aspecto físico de tu trauma
En el siguiente capítulo, te compartiré cómo puedes comenzar a sanar lo más básico, que es tu cuerpo físico.
Cómo darte seguridad para que puedas pasar por otras circunstancias que sucederán en tu vida, que serán conflictivas, que serán retadoras, pero que con estas técnicas que te compartiré van a ser mucho más procesables, ya que te permitirán dejar de reaccionar y comenzar a responder desde otro lugar, de mayor sabiduría y templanza.
Nos conectamos en el siguiente capítulo. Muchas gracias. Compártelo, si te ha gustado.
Deja una respuesta