En los capítulos anteriores te hablé sobre el camino que me trajo a vivir viajando materializando mis sueños trabajando como nómada digital, y a partir de este capítulo quiero hablar sobre ti, sobre aquellos aspectos que te ayudarán a vivir con mayor coherencia, felicidad, salud y prosperidad.
Básicamente lo que deseo es que vivas acorde con tu Ikigai, es decir, quiero que te despiertes cada mañana con una sonrisa en la cara porque te espera un día apasionante, desarrollando tus dones y talentos en un servicio a la comunidad y que te sostiene económicamente. Eso es el Ikigai.
A lo largo de este capítulo, te hablo de cómo las decisiones que tomamos nos acercan o alejan de nuestro Propósito de vida y te ayudo a discernir cuál es tu modo y cómo agudizarlo para acercarte cada día a tu vida soñada.
Te muestro como el hecho de que nuestras decisiones diarias nos acerquen a nuestra Misión nos afecta en todos los aspectos de la vida, tanto en salud, como en nuestras relaciones, en el trabajo, en la familia, en la prosperidad, en el amor…
Me gustaría saber, si quieres compartirlo conmigo (puedes escribirme siempre a diana@dianaarbol.com) si estás viviendo según tu Ikigai: si te despiertas con una sonrisa al amanecer deseando ponerte manos a la obra con tu servicio a la humanidad o si por el contrario, no sientes que tu forma de vida te permita desarrollar todo tu potencial.
Si así fuera, puede que te suceda, como a mucha gente, que manifiestas síntomas de estrés por ir al trabajo, al lugar de estudios o donde pases la mayor parte de tu día, que a veces se cronifican e intuyes que posiblemente suceda por esta elección de vida.
¿Sientes plenitud y felicidad con tu actividad diaria? ¿O podría mejorarse en muchos aspectos? ¿Te has parado a pensar cuáles en concreto?
Para darte una guía de cómo estás viviendo tu Ikigai, te propongo que te descargues el test del Ikigai y descubrirás si vas por buen camino o si estás lejos de manifestarlo.

Espero que disfrutes este capítulo tanto como yo y dejes tus comentarios, sugerencias y dudas en los comentarios. Cuando lo escuches, cuéntame qué te ha parecido. Me encantará escuchar si te aporta y si hay temas sobre los que te gustaría que hablara.
Si quieres podemos comunicarnos por aquí o en el grupo de Facebook, lleno también de buscadores empedernidos de Ikigais.
Y, ya sabes… si te gusta y te colabora, no olvides compartirlo 🙂
Leer la transcripción del capítulo ExpandPodcast 4 – Estas decisiones te acercan a tu Ikigai (discernimiento)
En los capítulos anteriores te hablé sobre el camino que me trajo a vivir viajando materializando mis sueños trabajando como nómada digital, y a partir de este capítulo quiero hablar sobre ti, sobre aquellos aspectos que te ayudarán a vivir con mayor coherencia, felicidad, salud y prosperidad.
Básicamente lo que deseo es que vivas acorde con tu Ikigai, es decir, quiero que te despiertes cada mañana con una sonrisa en la cara porque te espera un día apasionante, desarrollando tus dones y talentos en un servicio a la comunidad y que te sostiene económicamente. Eso es el Ikigai.
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Quiero comenzar hablándote de este término que ahora se está poniendo tan de moda y que es el centro de mi servicio a la humanidad, jejeje, sí, mi ikigai: Es una palabra japonesa, que se suele usar en la isla de Okinawa, en concreto, en un pueblito llamado Ogimi, y que unos estudios de los que te hablaré más adelante, la relacionan con la longevidad, dado que éste es el lugar donde hay mayor cantidad de centenarios en el planeta, gracias a su propia filosofía de vida, que entre otras cosas, sostiene que UNA VIDA CON IKIGAI, ES DECIR, CON PROPÓSITO, OTORGA SALUD Y
ARMONÍA EMOCIONAL, MENTAL, FÍSICA Y ESPIRITUAL.
Porque tu vida tiene un propósito, cuando tienes un motivo por el que despertarte alegre y energético todos los días, y eso sucede cuando puedes dedicarte a lo que te gusta y se te da bien, y a la vez con tus servicios ayudas a otros en tu comunidad, y ese aspecto es clave para darle un sentido a la vida.
Eso es lo que nos hace sentir útiles y esto es crucial para sentirnos plenos, en cualquier momento en la vida, pero en especial, en la tercera edad, ya que parece que en ese periodo, especialmente en nuestra sociedad, que hemos relegado a nuestros mayores después de la jubilación, a un rincón, como si después de la vida laboral, se acabara la vida útil, y ese aislamiento y la falta de sentirse necesarios, hace que se enfermen y degeneren con mayor facilidad.
En cambio, las personas mayores que siguen ejerciendo su profesión sin fecha de obsolescencia programada, ya que en el caso de estas comunidades japonesas que siguen su Ikigai, no se jubilan, son muy respetados por su experiencia y sabiduría y eso las motiva diariamente a mejorar y a seguir día a día a hacer de este un mundo mejor. Y por eso alargan sus años de vida.
Todos estos aspectos los ha estudiado Dan Buettner, explorador y colaborador del National Geographic que se dedica a estudiar los lugares con mayor longevidad del planeta para imitar y difundir sus costumbres. Puedes leer más sobre él en el artículo que te dejaré en los comentarios. Y se ha dado cuenta de que uno de los 9 aspectos fundamentales para tener una vida longeva es tener un propósito por el que despertarte cada mañana.
Y no solo levantarte con el propósito de ir a trabajar porque con ese salario podrás irte de vacaciones o pagar la vida que deseas. Sino que esa actividad que ejerces a lo largo del día te permite desarrollar tu pasión o pasiones y tus dones y talentos y compartirlos en tu comunidad personal, animal, vegetal o mineral; lo ideal es que sea beneficiosa para el bien común, que no perjudique a ninguna especie y que te permita vivir de ello.
Este último aspecto hace que lo vinculemos con una profesión, pero no necesariamente tiene que ser así, ya que como bien explica Dan en sus entrevistas, las tatarabuelas japonesas se emocionan y les apasiona el cuidar de sus tataranietos o reunirse con su Moai, que es el círculo de amistades de la infancia, que llevan conservando toda la vida.
Y con ello también están contribuyendo a la sociedad, pero no tienen compensación económica, como si fuera una profesión.
Pero volvamos a ti, me gustaría saber, si quieres compartirlo conmigo (puedes escribirme siempre a diana@dianaarbol.com) si estás viviendo según tu Ikigai: si te despiertas con una sonrisa al amanecer deseando ponerte manos a la obra con tu servicio a la humanidad o si por el contrario, no sientes que tu forma de vida te permita desarrollar todo tu potencial.
Si así fuera, puede que te suceda, como a mucha gente, que manifiestas síntomas de estrés por ir al trabajo, al lugar de estudios o donde pases la mayor parte de tu día, que a veces se cronifican e intuyes que posiblemente suceda por esta elección de vida.
¿Sientes plenitud y felicidad con tu actividad diaria? ¿O podría mejorarse en muchos aspectos? ¿Te has parado a pensar cuáles en concreto?
Para darte una guía de cómo estás viviendo tu Ikigai, te propongo que te descargues el test del Ikigai en mi web https://www.dianaarbol.com/guia-gratuita-para-descubrir-tuikigai/ cada palabra separada por un guión, y descubrirás si vas por buen camino o si estás lejos de manifestarlo.
Como te decía, el hecho de que nuestras decisiones diarias nos acerquen a nuestra Misión nos afecta en todos los aspectos de la vida, tanto en salud, como en nuestras relaciones, en el trabajo, en la familia, en la prosperidad, en el amor…
Ya que si no somos coherentes con lo que nos hace bien y seguimos manteniendo lo que nos perjudica, no solo nos hacemos daño, sino que estamos echando a perder nuestra vida; ya que todos y cada uno de nosotros somos únicos y venimos a enriquecer este mundo con una serie de servicios, de pasiones, de dones y talentos que son solo nuestros, de nadie más. Somos inmensamente ricos, variados, con una historia única y eso nos hace muy valiosos para nuestra sociedad: eso, lo que nos hace únicos, es nuestro mayor valor.
Y no es solo una característica en concreto, sino esa combinación perfecta de lo que todo lo que somos en la actualidad, de lo que hemos sido anteriormente, de lo que nos gusta y lo que no, de lo que se nos da bien y lo que no, de nuestra familia y la relación que nos une a ella y cada uno de sus miembros, de nuestras experiencias vitales, de nuestros campos energéticos, de nuestra consciencia, de nuestras decisiones, en fin, nuestro mérito radica en todo lo que somos.
Y en este podcast y en los siguientes quiero acompañarte en un viaje hacia tu interior, donde puedas descubrir todos esos tesoros y encuentres estrategias para manifestarlos en tu día a día, a tu maravillosa y única manera. Para que ese pedacito de mundo donde vives, también brille un poco más gracias a ti, y juntos podamos subir la vibración planetaria. Un tema crucial para nuestra supervivencia global, de la que ya hablaré en otro momento.
Hoy en concreto, quiero poner el foco en algo que está determinando radicalmente tu día a día: y es desde dónde tomas tus decisiones, si desde tu luz, siguiendo tu intuición, la voz de tu Alma, o desde tu sombra, tu Ego, tus miedos. Posiblemente, sea una combinación entre los dos, como la mayoría de nosotros. La pregunta es cuál predomina.
Supongo que en general, tú ya tienes una idea de cuál es el motor de tus decisiones, por eso ya sabes si te estás alejando o acercando a tu propósito, ¿verdad? ¿Y cómo te hace sentir eso? ¿Lo quieres compartir conmigo? Si quieres, te invito a unirte al grupo de Ikigai Healing en Facebook donde compartiremos nuestras experiencias y creceremos juntos.
La reflexión a la que quiero acompañarte es sobre el Discernimiento: es decir, sobre nuestra capacidad de distinguir lo que nos aleja o acerca de una vida mejor, con Propósito, según nuestro Ikigai.
Y lo que te voy a decir puede parecerte obvio, pero, aun así, ¿porque nos cuesta tanto hacerlo? ¿por qué nos dominan más los miedos que la intuición o las corazonadas, que acaban regalándonos frutos maravillosos? ¿A quién escuchamos para tomar nuestras decisiones? ¿Lo has reflexionado en profundidad?
De esto te quiero hablar hoy: la clave de que fluyamos hacia el éxito o hacia el dolor está en desde dónde tomamos las decisiones, y quiero aportarte una estrategia que puedes aplicar desde ya antes de dar pasos importantes en tu vida, y aunque parezca obvia, la mayoría no la hace.
Y ésta es: ANTES DE TOMAR CUALQUIER DECISIÓN
PREGÚNTATE: ¿ESTO ME HACE BIEN O NO? Y ahí es cuando hay que aplicar el discernimiento: porque la mayoría no nos conocemos lo suficiente y podemos sufrir autoengaños, porque, por ejemplo, si me hace aparentemente bien hoy pero sé, consciente o inconscientemente, que me va a hacer mal mañana, entonces no es una decisión coherente o correcta para mí.
Si me hace más fuerte hoy, si me acerca más a mi naturaleza, a lo que me hace profundamente feliz, entonces sí es una decisión correcta, para MÍ. Y lo que es correcto para mí no tiene porqué serlo para mi vecina o mi madre o mi mejor amiga. Porque, aunque seamos cercanas, no somos iguales, podemos ser parecidas, pero somos únicas, con lo cual es crucial que cada una descubra su propio y único camino para ser feliz.
Te voy a dar un ejemplo personal:
A lo largo de los años me he dado cuenta de que he tomado decisiones que la mayoría de las personas que me rodeaban consideraban “valientes”, y con el tiempo he podido entender por qué. Aunque en aquel momento, para mí era vital tomarlas, porque había llegado a ellas, después de fuertes tomas de consciencia, de que lo que estaba haciendo no me acercaba a mi felicidad y necesitaba probar otra manera de hacer las cosas, aunque no estuviera segura de las consecuencias. Pero de lo que estaba segura era de que el camino que estaba llevando hasta ese momento, no me hacía feliz.
Creo que mi primer gran momento revelador fue en el 2002, después de haber cumplido la mayoría de expectativas sociales: una carrera universitaria, una maestría, hablar 4 idiomas, un trabajo estable, una pareja estable, un coche de mi propiedad y con un pie a punto de entrar en una hipoteca, cuando me di cuenta de que ese camino me llevaba a entrar en una dinámica que no me prometía mayor libertad y plenitud, sino que me ataba contractual y económicamente a una entidad financiera por las siguientes décadas y eso implicaba, vincularme a un trabajo fijo con unos horarios y espacios que no iba a ser yo quien decidiera. Me convertiría en esclava de la fantasía de poseer una vivienda y no podría vivir mi sueño, que era viajar, más concretamente, vivir viajando, pero eso lo descubriría más adelante.
Como ya viajaba por Europa por trabajo, sabía que no era ese el tipo de viajes el que quería hacer. Me encantaba la idea de poder decidir libremente mis horarios laborales, el lugar donde ejercer mi profesión, que prefería que fuera en la playa o al menos, en un lugar en la naturaleza y sobre todo, rodeada de personas con las que pudiera compartir afinidades.
Y solo he entendido con el tiempo la importancia que tiene este aspecto: dicen que SOMOS LA MEDIA DE LA GENTE CON LA QUE NOS RELACIONAMOS, así que, si la mayoría de las personas no tienen mucho con lo que nutrirte, te sentirás como un bicho raro y sé que te encantaría encontrar un círculo con quien compartir y florecer.
En esos momentos de mi vida, me sentía como pez fuera del agua: aunque las personas que me rodeaban eran muy buena gente, creían ciegamente las noticias del telediario o en la política, que yo ponía cada vez más en duda, o no se perdían un partido de fútbol o un capítulo del Gran Hermano de turno, que yo no compartía, ya que me parecía que no me nutrían en nada, sino al contrario, sentía separación y conflicto cuando los veía.
En realidad, nunca me ha resonado ninguna actividad que implicara competir, si eso implicaba que alguien perdiera, es decir, que saliera desfavorecido, y no fuera para un bien común. No entendía cómo podía disfrutarse con el dolor ajeno.
Así que esas actividades no resonaban con mi alma, a la que siempre le han fascinado la diversidad de países, de culturas, de idiomas, recuerdo que de pequeña me maravillaba pensar cómo el mismo objeto, por ejemplo, una manzana, podía tener tantísimos nombres en tantísimos idiomas diferentes, y que la gente que lo hablara lo pudiera entender igual que yo. Creo que por eso siempre me ha fascinado viajar y aprender idiomas, para poder comprender la vida desde los más distintos puntos de vista posibles.
Una frase resonaba en mi interior a medida que fui creciendo: LA
VIDA ES MUY CORTA Y EL MUNDO MUY GRANDE PARA QUEDARSE EN UN SOLO SITIO.
Fue en ese momento en que me replanteaba mi vida en el 2002 que esta especie de lema personal me resonaba fuertemente en mi interior y me llevó a decidir a dar el salto hacia lo desconocido, aunque con paracaídas: Decidí tomarme unos meses de excedencia para probar viajar sin limitaciones de tiempo o de espacio tan apremiantes, buscando ONGs donde poder ofrecer mis dones, que en esos momentos desconocía.
Ésta fue la decisión más arriesgada y a la vez más acertada de mi vida. Y lo que la facilitó fue buscar la coherencia interna, el darme cuenta de que, si elegía entrar en una hipoteca, yo misma me encarcelaba y lo que realmente deseaba era vivir viajando. Aunque en esos momentos era solo una vaga fantasía. Pero con ese mini viaje, al menos, probaría qué de cierto había detrás de ella y quizá aprendería cosas nuevas. Y mi mayor sorpresa fue que a los 3 meses, me encontré a mí misma.
¿Tienes tú también una loca fantasía? ¿Cuál es tu sueño más grande? ¿puedes resumirlo en una frase y compartirlo en el grupo? Seguro que nos aporta mucho a todos.
Entonces, resumiendo, el baremo que siempre me ayuda a discernir si estoy tomando la decisión correcta, es el que siento que me acerca más a mi naturaleza, a mi manera de ser, a mi felicidad más profunda, a aquello con lo que resueno y hace brillar mi alma.
Y me dirás, que no es nada fácil hacerlo tal y como tienes montada tu vida, y por eso, voy a revelarte un secreto, que no lo es tanto, pero que es crucial para que comprendas y puedas discernir con claridad, a quién sirves con cada decisión que tomas: desde que hice el Máster en Cooperación Internacional, se me abrieron los ojos a una realidad distinta, a la que posiblemente seas ya consciente si es que has llegado a este podcast: y es que, desde hace miles de años, nuestro planeta está dirigido por una serie de entidades cuya naturaleza es distinta a la nuestra: su fin no es el bien común, sino el suyo propio, no sienten empatía ni compasión, ni siquiera amor, y son los que han creado las reglas de funcionamiento de nuestra sociedad: son nuestros grandes maestros.
Sí, podemos decidir combatirlos y odiarlos, como hice durante mucho tiempo, pero entonces les estamos alimentando y ayudando a crecer, a la vez que disminuimos la vibración del planeta, y eso es lo que pretenden para mantenernos anestesiados mientras viven de nuestra energía.
Así que, si entendemos de la manera en que ellos funcionan, podemos matarlos de hambre. Y sígueme con esto: SU LEMA ES DIVIDE Y VENCERÁS, es decir, que ellos promueven todo lo que nos separa de nuestra naturaleza: por ejemplo, están destruyendo todos los aspectos de la vida, la naturaleza, las sociedades, los países, las culturas, o algo tan crucial como la familia, que es la base de nuestra supervivencia como especie, a través hacer que la vida sea muy difícil de sostener si no trabajan ambos padres, cada vez más horas, con menos capacidad adquisitiva para que no haya tiempo de calidad y las parejas se destruyan por el estrés insostenible, que no saben que les viene por todo el condicionamiento en el que viven.
Por ejemplo, que haya actualmente un debate tan apabullante sobre el género, cuando en realidad, nuestra naturaleza solo nos ha dotado de dos, masculino y femenino, el resto son tendencias sexuales, y si se separan de la posibilidad de procrear, significa que ellos ganan, porque es un paso más hacia nuestra extinción.
Que las vacunas sean obligatorias, es decir, inocularte unas sustancias que actualmente deterioran enormemente nuestra salud, además desde el momento en que nace el bebé, que todavía no tiene su sistema inmune desarrollado, y en vez de reforzarlo, lo deteriora, enfrentándolo a una serie de enfermedades, juntas en un cóctel en el que nunca nos llegaría en nuestro entorno natural, es una locura, cuanto menos. Un modo más de acortar nuestra vida.
O, por ejemplo, que ir al médico, en muchas ocasiones, puede causarte más efectos secundarios en contra de tu bienestar que a favor, porque no promueven la salud sino la cronicidad de los síntomas, ya que se ha revelado muchas veces, que los medicamentos que curan no salen a la luz sino aquellos que pueden seguir causando efectos secundarios adversos, para que el lobby farmacéutico siga engordando. ¿Cómo sino es posible que casi todos los medicamentos de laboratorio (no naturales) tienen efectos secundarios adversos? ¿No es posible hacerlos sin? ¿Es casualidad? Sabemos que no.
En oposición a la medicina tradicional china, por ejemplo, que pagas al médico para mantenerte en equilibrio y saludable, y si te enfermas, significa que falló y no le pagas porque que te vuelva a armonizar. ¿Cómo sería nuestra sociedad con esos principios?
En nuestra cultura, pagamos cantidades astronómicas al lobby de los fármacos para que puedan cronificar los síntomas de las enfermedades que ellos mismos han provocado a través de los químicos y toxinas en el aire, en el agua, en los alimentos, en los medios de comunicación, en el trabajo, en las escuelas, en las relaciones…
Ante tal panorama, ¿cómo discernir cuál es el mejor camino, la mejor decisión?
En primer lugar, no te preocupes, solo son nuestros maestros. Están poniendo a prueba nuestro discernimiento. Así que te recomiendo que para desarrollar tu claridad y coherencia interna medites cada día, aunque sean 5 minutos, que tengas esa reunión contigo mismo o misma para ver cómo estás, cómo te sientes, cómo ha sido el día, o cómo quieres que sea, qué cosas te han hecho bien y qué no, qué te resuena y qué no, y cómo acercarte más a tu Ser verdadero. Puedes hacerlo al despertar o justo antes de dormir para así darle el mensaje a tu espíritu de cómo estás y hacia dónde quieres dirigir tus pasos. Ese es el verdadero trabajo en equipo, del que hablaremos en otro podcast.
Lo importante es que comiences a discernir, qué te aleja de esa manera tóxica de vivir, porque te baja la vibración para el beneficio de estas entidades, o qué te acerca más a tu naturaleza, o la naturaleza en general, que es quien de verdad nos sostiene.
Te pondré un ejemplo: si vas a tomar un químico de laboratorio, te alejará, si tienes un equivalente natural, te acercará. Y te aseguro, que no hay enfermedad o síntoma que no tenga una cura que haya sido creada por la naturaleza. Contra más investigo, más me doy cuenta de que si es natural, nos equilibra, si es antinatural, suele tener efectos secundarios que acaban siendo perjudiciales para la salud, sino, que me lo demuestren.
Por ejemplo, en las relaciones: puedes discernir si una relación te desgasta, te resta y sientes que es tóxica para ti, entonces, lo más sano, es dejar de tenerla, al menos hasta que puedas estar en otro lugar en tu vida en que puedas sostenerla de otra manera, sin que te afecte negativamente.
No se trata de cortar con todo tu círculo de familiares y amigos, sino que raciones las dosis para que puedas estar con ellos cuando te sientas fuerte y en tu centro, y elijas más relaciones que te suban la vibración, para que puedas aprender y crecer cómo ser más tú mismo en todo tu potencial, que en eso consisten las relaciones cocreativas.
Resumiendo: elige tus relaciones o tus actividades por el factor de nutrición: es decir, ¿te nutre? ¿Te retroalimenta? ¿Te ayuda a crecer y a ser mejor persona? ¿Te inspira? ¿Te alivia? ¿Sientes más conexión con la vida? Entonces es la elección correcta.
Si sientes que después de estar hablando con tal persona, o tomar cierto alimento, o ver o escuchar cierto programa o realizar cierta actividad te baja la energía, te sientes de mal humor o triste, sientes miedo, ansiedad o estrés, separación o conflicto, entonces ya sabes que no es una elección a repetir con frecuencia, sino que dosificar.
Es importante ser consciente de que te está alejando de tu luz, de tu verdadero ser y que, en estos momentos, no te va bien. Entonces, cuando te sientas así, es importante que te des cuenta a tiempo, para poder corregir esa situación y volver a elevar tu energía dándote algo que sí te nutra.
Quizá en tu vida actual, la proporción de elecciones que te hacen vibrar alto y las que no, que tienes disponibles, te parecerá desequilibrada, es decir, que haya más cosas que te bajen la vibración que te la eleven. Y eso es un punto crucial que deben tener en cuenta para saber dónde estás en tu vida y cómo redirigirla.
Básicamente porque SOMOS LOS MAYORES RESPONSABLES DE
NUESTRO BIENESTAR, Y SI NO ELEGIMOS CON CUIDADO, PODEMOS ECHAR A PERDER UNA VIDA MARAVILLOSA que
puede brindarnos una realidad mucho más liviana, feliz, contribuyente y amorosa, y por consecuencia, saludable. Y con ello, vibrar más alto, y ayudar a otros a que también puedan hacerlo.
Creo que es el propósito de cualquier persona despierta y que, si además conseguimos colaborar entre nosotros y ayudarnos, utilizaremos el antídoto contra esta tóxica situación actual, que es que la unión hace la fuerza, y si las personas conscientes nos unimos para ayudarnos a nosotros mismos, a nuestro prójimo y a nuestro planeta, no tenemos quien nos pare. Básicamente, somos mayoría.
Y tengo buenas noticias, todas las emociones tienen una vibración que puede medirse, y son contagiosas, como explicaba en mi último boletín: según la tabla de consciencia del Dr. David Hawkins, la culpa y la vergüenza calibrarían 20 o 30, la ira 150 y, por ejemplo, la neutralidad 250, el amor 500 y la alegría 540.
Entonces contra más cultivemos nuestro bienestar, más vamos a elevar nuestra vibración, nuestra salud, nuestra consciencia y va a contagiar a aquellos a nuestro alrededor, incluso aquellos lugares por donde pasemos. Seguro que tienes ejemplos que puedes compartir con nosotr@s, donde has conseguido cambiar de vibración y cambió la historia completamente.
Esa es la alquimia de la que hablan los grandes sabios, poder transmutar una emoción por otra, el plomo en oro, de algo burdo a algo elevado, en cuestión de un momento.
En la medida en que te vayas acostumbrando a hacerlo, te darás cuenta que las sincronías comenzarán a suceder, comenzarás a conocer a personas afines porque elegirás actividades en tu vibración, y se te abrirán posibilidades y oportunidades que desconocías, porque ahora, estás en sintonía con el universo, con la melodía de tu Alma.
Y esa es la clave para vivir según tu Ikigai, una vida feliz, plena y longeva. Por el beneficio personal y del planeta. ¿Se te ocurre algo mejor?
Te agradezco mucho por participar en este proyecto escuchando mi programa, y me encantaría leer tus comentarios en nuestro grupo de Facebook Ikigai Healing o que me escribieras a diana@dianaarbol.com, si tienes algo más personal que quieras compartirme. Siempre estoy encantada de colaborar.
Si crees que este podcast puede inspirar a alguien a tu alrededor o en tus redes, te invito a compartirlo y así colaboraremos para hacer de este un mundo mejor. Infinitas gracias.
La semana que viene te compartiré cómo puedes atreverte a hacer los cambios que necesitas saliendo de tu zona de confort.
¡Que pases una feliz semana! ¡Namasté!
TEXTO ACOMPAÑANDO EL PODCAST
¿Sabes cuál es tu Ikigai? ¿Eres consciente de que, si vives cada día cumpliendo tu Propósito de vida, estás predispuesto a alargar tu vida varios años? ¿Sabes cómo guiar tus pasos para que te lleven a tu felicidad y plenitud? ¿A quién alimentas con tus decisiones diarias? ¿Hacen un bien al planeta o más bien no? Todas estas preguntas las resolveremos en la cuarta entrega de este podcast: Mi viaje hacia el Ikigai.
Estos son los enlaces que comento:
El artículo de Dan Buettner:
https://www.dianaarbol.com/las-9-leyes-para-una-vida-longevaadivina-cual-es-la-segunda/
La guía y test gratuitos para descubrir tu Ikigai: https://www.dianaarbol.com/guia-gratuita-para-descubrir-tu-ikigai/ Nuestro grupo de Facebook para seguir creciendo: https://www.facebook.com/groups/ikigaihealing/
Puedes dejarnos ahí tus aportaciones sobre los temas que te fui invitando a reflexionar: ¿Cuál es el motor de tus decisiones, el Ego / miedos o tu corazón / Alma / intuición?
¿Cuál es tu sueño más grande? ¿puedes resumirlo en una frase y compartirlo en el grupo?
¿Recuerdas momentos en los que conseguiste cambiar una emoción densa por otra elevada y cambió la realidad a tu alrededor? ¿Cómo lo conseguiste? ¿Qué sucedió?
Seguro que tus aportaciones pueden enriquecernos a todos. Gracias por tu preciada colaboración.
Un abrazo de todo corazón,
Diana
Christine Cox dice
Nómada digital!! Que guay.-
Un abrazo y muchas sonrisas.-
Lara dice
Hola Diana! Me ha llamado mucho la atención cuando has dicho que las entidades que dirigen el planeta y que quieren dividirnos son nuestros maestros, para ayudarnos a discernir. Podrías explicarlo un poco más??
Muchas gracias por todo, tus podcast me están ayudando a ver con más claridad cosas que hace tiempo que intuyo. Un abrazo
Diana Árbol dice
Hola, Lara! muchas gracias por compartir tu experiencia con mi Podcast. Precisamente es ese mi objetivo: inspirar.
Pues mi comentario sobre la élite, es que precisamente, al ponernos delante su programación, tenemos 2 opciones: creerlas a pies juntillas, o no. Y si no lo haces, tienes otras opciones, donde puedes comenzar a discernir con mayor claridad qué pertenece a su Sistema, o qué pertenece a nuestra naturaleza. Y así dedicir ir dejando de usar sus opciones, y buscar alternativas. Por eso, en estos momentos de crisis, por ejemplo, siento que están siendo muy obvios y eso está permitiendo que mucha gente despierte y diga «basta». Por eso son nuestros maestros, porque son los que están despertando a un mayor número de personas. ¿Estás conmigo?